Las proteínas son muchas más importantes para la salud femenina de lo que creemos. Gracias a ellas, son posibles muchas funciones importantes para el cuerpo. Pero tengo que admitir que, por años, me alejé de ellas como si fueran la peste. Creía que si comía proteína y además iba al gimnasio, me pondría como los hombres musculosos que cargaban pesas (poco sabía de lo que en realidad conlleva llegar a esos niveles). Tampoco ayudaba que crecí en los 2000, cuando la industria alimenticia me ponía comerciales de cereales y barritas en la televisión todo el tiempo. ¿Tenía hambre a media mañana? Una clásica Special K, ¿alguien más? No era de extrañarse que tuviera una mala relación con la comida: desayunaba poco y empezaba por un plato de fruta, tenía antojos todo el tiempo, cansancio, lagunas mentales y poca masa muscular.
Ahora, estudios afirman que desayunar al menos 30 gramos de proteína puede ayudar a tener menos fatiga y antojos entre comidas. Piensa que un huevo, tan solo tiene 7 gramos. Así que por fin me di cuenta de que no estás consumiendo la cantidad suficiente para que mi cuerpo funcionara de manera correcta y también mi ciclo menstrual. Pues la proteína también es necesaria para producir hormonas.
Otro motivo por el que las personas no consumen suficiente proteína es que muchas culturas no están acostumbradas a incluirlas desde su primera comida del día. “Por ejemplo, en España, desayunan un pan tomate y no le agregan proteína”, reflexiona la experta en nutrición Mariana Sánchez Díaz. En algunos países latinos como México, la mayoría de los desayunos tradicionales, como los chilaquiles o las enchiladas, se preparan con tortilla frita y salsa. Si no se le agrega proteína como huevo o pollo, a las pocas horas te deja más hambriento y no te permitirá concentrarte en tu trabajo.
Si esta historia te suena familiar, puede ser que tu cuerpo también te está dando señales a gritos. Para identificarlas en Vogue hablamos con dos nutricionistas expertas para conocer mejor algunos efectos de no consumir suficiente proteína en tu día a día.
“En casos extremos, puedes estar cansado y con falta de energía”, explica la nutrióloga Mariana Pérez Trejo, @nutriologamarianapts. “Pues finalmente no está consumiendo una comida balanceada completa, la cual es clave para tener un sistema inmunológico alto y para la regulación de varias hormonas”.
“La proteína es importante para las articulaciones, la recuperación muscular y la construcción de músculo. Pero también te ayudará a mantener tu masa muscular a largo plazo”, afirma la nutrióloga Mariana Sánchez Díaz. “Sobre todo si haces sesiones intensas de ejercicio”. La nutrióloga advierte que: “No te sirve de nada hacer ejercicio anabólico o de fuerza y después no alimentar tu músculo. Por eso es importante aumentar la ingesta de proteína en general”, dice convencida.
La nutrióloga Mariana Pérez Trejo, @nutriologamarianapts, coincide con ella. “Puedes estar haciendo horas de ejercicio y no notar un cambio en tu cuerpo ni tampoco aumentar masa muscular”. Si tampoco haces ejercicio frecuentemente, la nutricionista afirma que será aún peor, “pues ni siquiera vas a mantener tu masa muscular”.
“La proteína tiene colágeno que es indispensable para la salud de las uñas, el cabello y la piel”, dice Pérez Trejo. “Si no la consumes, se te puede resecar mucho la piel, se te comienzan a romper uñas o tendrás una pérdida de cabello”. Si este es tu caso, la nutricionista afirma que es necesario analizar si estás llegando a tus requerimientos de proteína adecuados.
“Si solo estás consumiendo carbohidratos, puede ser que termines de comer y a la media hora tengas hambre’, dice la experta en nutrición Pérez Trejo. Pues, como lo vimos anteriormente, la proteína da saciedad y si desde la hora del desayuno no consumes la suficiente, tendrás hambre todo el día. "Nunca te vas a sentir satisfecho", explica convencida.
Si eres vegano y decides no consumir proteína de origen animal, la experta recomienda asesorarte con un profesional en nutrición que pueda enseñarte a comer de una nueva manera, para no comprometer tu sistema inmunológico por un cambio tan radical en tu dieta. “Debes de suplementarte con vitaminas, minerales, magnesio y omega. Y además, debes obtener proteínas de alto aporte biológico como un cereal y leguminosas. Aunque realmente nunca va a ser igual a una proteína animal”, finaliza.