La relación entre el desayuno y la regulación del apetito es un tema que sigue generando debate. Blanca García-Orea, nutricionista especializada en microbiota y salud digestiva, explica que optar por un desayuno dulce puede alterar los niveles de glucosa en sangre, generando picos de insulina que derivan en fatiga y aumento de la ansiedad por la comida a lo largo del día.
Según explica en sus redes sociales, la clave para evitar estos altibajos está en elegir un desayuno salado y rico en proteínas. “Después de un ayuno nocturno, nuestro estómago está vacío y es especialmente sensible a la glucosa. Si empezamos el día con alimentos azucarados, es más probable que suframos picos de glucosa y, en consecuencia, más antojos y hambre descontrolada por la tarde y la noche”, advierte la experta.
Los alimentos con alto contenido en proteínas y grasas saludables ayudan a mantener un nivel de glucosa más estable y prolongan la sensación de saciedad. Según apuntan desde la Clínica Mira Cueto, entre las mejores opciones proteicas destacan los huevos, el jamón serrano sin grasa, el jamón york, el salmón y la cecina. Las grasas saludables, como el aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva virgen extra, son clave para aportar energía sostenida, especialmente en personas con alta actividad matutina. En cuanto a los carbohidratos, se recomienda optar por pan integral, avena o cebada, evitando harinas refinadas.
En contraposición, los desayunos cargados de azúcares, como galletas, cereales ultraprocesados, bollería o incluso el clásico zumo de naranja con tostadas de mermelada, pueden generar una respuesta metabólica que contribuye al cansancio y al deseo de seguir consumiendo azúcar a lo largo del día. Esta teoría ha sido respaldada por estudios de organismos como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, que ha observado una tendencia creciente en la preferencia por los desayunos salados entre la población que busca una alimentación más equilibrada.
Aunque la creencia de que el desayuno es la comida más importante del día ha sido cuestionada, lo que sí parece estar claro es que su composición juega un papel clave en la regulación del metabolismo y el control del hambre. Para quienes no tienen hambre por la mañana, García-Orea sugiere seguir estos consejos en la primera ingesta del día, sin importar si es a las 8:00 o a las 14:00.
Lee tambiénLa necesidad de desayunar varía según la rutina de cada persona. Para algunos, es fundamental para mantener la energía, mientras que otros pueden optar por el ayuno sin problemas. Lo esencial no es desayunar sí o sí, sino la calidad de los alimentos.
2025-03-13T06:11:15Z