¿Alguna vez te pusiste a pensar si te arrepentirás de algo al final de tu vida o sientes que vives como quieres vivir, sin importarte mandatos familiares o sociales, ni prejuicios?
Pues bien, este mismo interrogante se plantearon investigadores de la Universidad de Harvard y fueron en búsqueda de conocer los sentimientos de mujeres mayores.
¿De qué se arrepiente la mayoría de las mujeres al llegar a la vejez? Según los investigadores, hay un sentimiento común y que acerca a muchas mujeres antes de morir.
Científicos de la Universidad de Harvard revelan cuál es el mayor arrepentimiento de las mujeres poco antes de morir, tras haber realizado una investigación profunda de 85 años, analizando la vida de 724 personas desde 1938.
El director actual de la investigación y psiquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Robert Waldinger, revela que fueron varias las frases que repetidamente se escuchó entre las mujeres mayores:
- “Ojalá no hubiera trabajado tanto”.
- “Ojalá hubiera pasado más tiempo con mi familia”.
- “Ojalá no me hubiera preocupado tanto”, entre muchas otras.
Sin embargo, tras el análisis de más de 700 personas, los investigadores de Harvard llegaron a una conclusión decisiva.
Según los investigadores, aquello que, de alguna manera, durante décadas signó el lugar de las mujeres en la sociedad y que provocó, por así decirlo, que las nuevas generaciones hoy se rebelen contra esos mandatos familiares y sociales, es de lo que la gran mayoría de las mujeres participantes del estudio se arrepiente:
- "No haber hecho todo lo que deseaban de su vida sin pensar en el qué dirán”.
Hoy, se puede decir que el miedo "al qué dirán los demás" cada vez condiciona menos a las nuevas generaciones, pero sin embargo, sigue estando presente en muchas personas, condicionando sus acciones.
Las personas que están pendientes del "qué dirán los demás" generan una suerte de hiper-vigilancia hacia el resto y dan sobrada importancia a sus supuestas opiniones y pensamientos.
Esto genera un efecto directo sobre estas personas, al punto de inducirlas a una posición defensiva y constante, alterando incluso su forma de actuar a fin de "encajar" adecuadamente a lo que creen que se espera de ellas y evitar de esta manera comentarios negativos.
En consecuencia, se produce una retroalimentación de los temores, haciendo que situaciones normales se interpreten como cuestiones amenazantes y se genere un cambio de comportamiento peligroso, pendiente del "qué dirán los demás".
En función de los mencionado, para los científicos de Harvard el arrepentimiento de las mujeres mayores, claramente, gira en función de no haber vivido como querían, pendientes de los demás y del qué dirán, perdiendo toda autenticidad.
“Ojalá no hubiera pasado tanto tiempo preocupándome por lo que piensan otras personas”, era una de las frases textuales de arrepentimiento que destaca el estudio.
Al respecto, para el director del estudio estadounidense, Waldinger, no vale la pena tratar de lidiar con el arrepentimiento, ni enojarse con uno mismo, pues a fin de cuentas eso no ayuda, sólo lastima.
Lo importante, sostiene el investigador y psiquiatra, es ver qué se hace con eso que no hicimos y pensar qué se puede hacer de cara al futuro.
En otras palabras, la clave es usar ese sentimiento, pues aún al final de la vida, hay tiempo: usar el arrepentimiento para disfrutar de lo que cada uno tiene por delante. No pensar en que lo no fue, sino en lo que puede ser.