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Las almendras, fruto seco originario del Mediterráneo y mencionadas desde tiempos bíblicos, han ganado reconocimiento no solo por su simbolismo, sino por su notable impacto en la salud, especialmente en el corazón.
Este fruto, lleno de propiedades nutritivas, destaca por su capacidad para ofrecer grasas saludables y una fibra interna que contribuye significativamente al bienestar cardiovascular.
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La principal razón por la que las almendras son consideradas un aliado para el corazón radica en su alto contenido de fibra y grasas monoinsaturadas. Ambos componentes son esenciales para disminuir el colesterol LDL, conocido como el "malo", en el organismo.
Al reducir la absorción de este colesterol en el sistema digestivo, las almendras ayudan a mantener las arterias sin obstrucciones, lo que resulta en una menor probabilidad de sufrir enfermedades del corazón.
Un estudio de la Facultad de Salud Pública de Harvard respalda esta información, concluyendo que consumir almendras regularmente puede reducir el riesgo de problemas cardiovasculares.
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Las almendras no solo protegen el corazón; también son una excelente fuente de ácidos grasos monoinsaturados, similares a los que se encuentran en el aceite de oliva. Estas grasas saludables no solo favorecen al sistema cardiovascular, sino que también brindan energía y ayudan al correcto funcionamiento del metabolismo.
Además, estas grasas son fundamentales para la protección celular y el mantenimiento de una piel saludable. Su inclusión en una dieta equilibrada ayuda a mantener niveles óptimos de colesterol y, en consecuencia, una mejor salud general.
Más allá de las grasas y la fibra, las almendras ofrecen una rica combinación de nutrientes. Contienen vitamina E, un potente antioxidante que protege las células del daño oxidativo, lo que disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer o el Alzheimer.
Además, aportan magnesio y calcio, esenciales para fortalecer los huesos, y fitonutrientes, que desempeñan un papel crucial en la prevención de enfermedades crónicas. Su alto contenido en fibra también promueve una buena digestión y ayuda a controlar el peso, mejorando la salud en general.
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Incorporar almendras a su dieta diaria es sencillo y variado. Puede consumirlas directamente como un refrigerio entre comidas, mezclarlas en batidos o ensaladas, o utilizarlas como complemento en platos principales.
También se adaptan a recetas dulces, como galletas o postres, haciendo que sean una opción accesible y versátil para todos los gustos.
Para aprovechar al máximo los beneficios que las almendras ofrecen, se recomienda consumir un puñado al día, lo que equivale aproximadamente a 23 almendras.
Dicho consumo moderado proporciona la cantidad adecuada de fibra y grasas saludables necesarias para cuidar el corazón, sin exceder las calorías diarias recomendadas.
LAURA GUEVARA
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.
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