UN NUTRICIONISTA ESPAñOL EXPLICA SI LA LECHE ES NECESARIA EN LA DIETA, ZANJA EL DEBATE SOBRE QUé TIPO TOMAR SEGúN LA EDAD Y CONFIRMA SI ENGORDA

Pocos alimentos están más asociados a las etapas de crecimiento y desarrollo del ser humano que la leche de vaca. Su contenido en proteína, grasas, carbohidratos, minerales y vitaminas la ha posicionado históricamente como uno de los ingredientes indispensables en la dieta a cualquier edad y, aunque ha motivos para ello, su importancia quizá se ha idealizado en exceso.

Y es que su consumo está rodeado de determinadas creencias que conviene puntualizar. En primer lugar parece que si no se ingiere leche no podemos hablar de alimentación saludable cuando la realidad dista mucho de refrendar esa afirmación. No, la leche no es imprescindible en la dieta. Otra cosa es que sea un alimento altamente recomendable por sus características especiales.

La leche no es necesaria en el sentido estricto de la palabra, pero sí reúne una serie de cualidades específicas”, explica Roberto Oliver Bolívar, nutricionista clínico y experto en nutrición deportiva de alto rendimiento.

“Hay muchos alimentos que por separado nos aportan los mismos macronutrientes y micronutrientes que contiene la leche por lo que no es estrictamente necesaria. Eso sí, es una forma cómoda y sencilla de conseguir nutrientes porque es como una especie de alimento energético natural. Además es una forma rápida de introducir calcio en la dieta”, añade el experto.

Y no le falta razón a Oliver. Lo que aporta la leche puede lograrse a través de otros alimentos, pero pocos ofrecen tanto con tan poco. De ahí que tradicionalmente se le haya otorgado esa etiqueta de indispensable, sobre todo si tenemos en cuenta su accesibilidad en todo el mundo a pesar de las diferencias socioeconómicas.

Cambiar el tipo de leche con la edad

Más allá de su necesidad o no en la dieta, también existe el mantra de que a determinadas edades hay que cambiar el consumo de leche entera por el de semidesnatada o desnatada, o directamente eliminarla de la ecuación. Otro mito que hay que desterrar.

“Con el paso de los años perdemos tolerancia a la lactosa y es realmente el único motivo, más allá de otras consideraciones sobre el consumo de alimentos de origen animal, que pueden aconsejar que se evite su ingesta, pero no hay un momento para cambiar un tipo de leche por otro”, comenta Oliver.

“Las recomendaciones a nivel mundial tienden más al priorizar el consumo de leche entera. Pero todo depende del objetivo o de las circunstancias. Si lo que buscamos es saciedad, la leche entera es más adecuada porque mantiene más intactas sus propiedades y ha sido menos tratada. El aporte de grasa hace que estemos más saciados. Si nos vamos a la semidesnatada o desnatada, la saciedad es menor. A más grasa, más saciedad, pero también más calorías”, añade el experto.

¿Engorda la leche?

Y es que esa es otra de las claves que fomentan el abandono de la leche entera con el paso de los años, aunque el nutricionista es bastante claro al respecto. “Al quitar la grasa o parte de ella obviamente se limita el aporte energético, aunque realmente en un contexto de nutrición saludable las calorías de la leche no son para nada relevantes a la hora de adelgazar o engordar”, zanja Oliver, que salvo que haya un problema de intolerancia o que la grasa de la leche no nos siente bien, aboga por la versión entera de la misma.

Así pues, puede que la leche no sea un alimento que deba incluirse sí o sí en la dieta, pero reúne una serie de cualidades, sobre todo la entera, que la convierten en un alimento tan apropiado como recomendable independientemente de la edad y del objetivo nutricional que se persiga.

De hecho, en el ámbito deportivo su valor es incalculable. “La leche entera tiene características similares a las de un recovery de los que se pueden adquirir en tiendas especializadas dada su proporción de macronutrientes (grasas, hidratos de carbono y proteínas). Es el recovery natural perfecto”, concluye Oliver.

2024-05-07T19:00:21Z dg43tfdfdgfd