Las proteínas son como pequeñas máquinas moleculares que se encuentran en cada célula de nuestro cuerpo. Están formadas por cadenas largas de aminoácidos, como si fueran bloques de construcción, y su orden específico está determinado por nuestro ADN.
Gracias a su contenido de nitrógeno, son indispensables para el desarrollo humano. Son los componentes básicos de nuestros músculos, piel, cabello, uñas y otros tejidos.
Además, participan en la producción de hormonas, enzimas y anticuerpos, y juegan un papel crucial en la reparación y el mantenimiento de los tejidos y fluidos corporales.
Para que puedan cumplir con estas necesidades básicas, seguir una dieta equilibrada es fundamental. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) una buena alimentación es suficiente para obtener la cantidad de proteína necesaria por día.
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La cantidad diaria recomendada de proteína puede variar dependiendo de la edad, el género, el nivel de actividad física y otros factores individuales.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, la mayoría de los adultos deben consumir 0,8 gramos de proteína por cada kilogramo de peso corporal por día, en el contexto de una dieta de 2000 calorías.
Los aminoácidos proteicos, también llamados aminoácidos canónicos, son un conjunto de 20 aminoácidos presentes en el genoma de la mayoría de los organismos vivos.
Estos son los aminoácidos que se combinan entre sí para formar las proteínas:
Las proteínas pueden ser clasificadas de diversas maneras:
Una de las clasificaciones más comunes es según su origen, dividiéndolas en proteínas animales o proteínas vegetales.
Las proteínas pueden desempeñar diversas funciones en nuestro organismo, como:
Se refiere a la orientación tridimensional de los grupos característicos de la molécula proteica en el espacio. Se dividen en:
En esta clasificación, las proteínas pueden ser: proteínas simples, compuestas principalmente por aminoácidos o proteínas conjugadas, compuestas por un componente no aminoácido, que pueden ser:
Si, las proteínas pueden ser útiles en un proceso de adelgazamiento por varias razones: