Hace ya unos días que entramos de lleno en el mes de julio. Hasta ahora, la meteorología se había empeñado en llevarnos la contraria, pues las lluvias y tormentas seguían siendo las protagonistas en nuestro país. Sin embargo, el calor intenso ya llega a muchas zonas de España de la mano de la temporada veraniega.
Sin embargo, algo contradictorio en esta época es que así como disponemos de mucho más tiempo para hacer planes y actividades varias, sobre todo cuando llegan las vacaciones, la realidad es que el calor nos impide hacer muchas de ellas. O por lo menos nos quita las ganas de llevarlas a cabo.
Una de ellas es, sin duda, el sexo. Tanto si hablamos de autoplacer o autoerotismo como de relaciones con otras personas, a la mayoría de nosotros nos da un poco más de pereza o directamente descartamos estas prácticas solo de pensar que sudaremos la gota gorda. No obstante, la realidad es que hay soluciones para combatir el calor extremo en estos casos.
Así se lo explicaba a Mundo Deportivo Mónica Branni, psicóloga y sexóloga de Platanomelón. Ella misma reconoce que aunque "el calor, las vacaciones, el tiempo libre, y la luz solar, que estimula la producción de sustancias como la oxitocina o la dopamina, (hormonas relacionadas con el deseo sexual), hacen que aumente nuestro interés por relacionarnos con otras personas", la realidad es que el sudor y la incomodidad de las altas temperaturas pueden complicar nuestra predisposición.
Sin embargo, Branni propone tres soluciones o recursos para combatir el calor en estos casos. "A nivel práctico, hay momentos del día en los que el calor no es tan insoportable, y estos momentos se pueden aprovechar. Otra cosa es que haga 'match' con tu nivel de deseo en ese momento, porque hay personas más nocturnas y otras más diurnas. Pero sí que es verdad que en esta época del año podríamos aprovechar las temperaturas más bajas tanto con nosotros mismos como con otras personas. Con otra persona es cuando empieza el problema, porque hay más contacto", explicaba la sexóloga.
"Lo siguiente sería la ducha. La ducha puede ser un espacio, siempre salvando lo que es la sequía, un poquito más fresco, más húmedo, que nos permite también salir de la zona de confort. Salir de la cama y meternos en otro espacio. Eso también nos puede ayudar a incentivar el deseo y tener relaciones un poquito más fuera de la rutina. También podemos hacerlo con juguetes. Hay un montón que son sumergibles y podemos llevarlos a espacios más cotidianos", planteaba Mónica. Y todavía hay una tercera opción.
"Quizás es obvio pero, el ventilador. Tener el ventilador a mano nos puede ayudar muchísimo a no tener esa sensación de agobio. El calor nos puede producir sensaciones no solo de agobio, sino de malestar. Puede generar demasiado estrés, y el estrés va totalmente contracorriente con el placer. Comparten la misma autopista y cuando hay uno no puede pasar el otro", aclaraba la experta.