El método escandinavo se trata de una técnica que están usando las parejas que buscan mejorar la calidad de sueño, pero evitando una decisión drástica como el “divorcio nocturno”, que implica dormir en camas separadas o habitaciones diferentes.
La técnica es adoptada en países como Suecia, Noruega y Dinamarca, y se basa principalmente en que las parejas compartan el lecho pero con ropa de cama separada, para reducir las interrupciones nocturnas.
La tendencia se hizo popular y todo comenzó con un video viral en TikTok de la influencer sueca Cecilia Blomdahl que generó 1,7 millones de visualizaciones. Allí destacó los beneficios del método como evitar conflictos por el uso de la ropa de cama, permitiendo que cada persona tenga su propio edredón o manta.
“Regla número uno: airea tus edredones tan a menudo como puedas, al menos una vez a la semana, sobre todo si hace frío. Los hace tan frescos, aireados y asombrosos. La segunda regla es tener edredones individuales. Nunca podría compartir un edredón con mi hombre”, explica la influencer.
Por su parte, Ellen Wermter, representante del Better Sleep Council, señala que este método es beneficioso siempre que ambas partes estén de acuerdo.
“Es muy agradable dormir con un compañero, pero sabemos que la otra persona puede causar interrupciones en tu sueño”, dijo. Las interrupciones pueden ocurrir por regulación térmica, movimientos o competencia por la ropa de cama.
Asimismo, “el método escandinavo es una forma para que las parejas que duermen en la misma cama logren un mejor descanso”, señaló la Dra. Chelsie Rohrscheib, neurocientífica y experta en sueño de Wesper.
Esta técnica es especialmente útil para parejas con hábitos de sueño conflictivos, como aquellos que tienen diferentes necesidades de temperatura u horarios de sueño distintos. El método escandinavo tiene ventajas, como reducir las interrupciones del sueño y permitir una personalización de la ropa de cama.
Por el contrario, una desventaja es que puede reducir las oportunidades de acurrucarse antes de dormir. Además, el método tiene limitaciones y no aborda problemas como el ruido, que pueden seguir afectando la calidad del sueño de las parejas.